VIRGINIA LEÓN / CÁDIZ | ACTUALIZADO 11.03.2012 - 05:00
La riqueza de los fondos marinos de la Bahía de Cádiz es incalculable. Tan solo en esta área se han documentado 600 posibles naufragios cuya cronología varía entre los siglos XV y XX, de los cuales unos 200 pueden estar hundidos frente a las costas de esta ciudad.
El comercio con América y el traslado a Cádiz de la Casa de la Contratación en 1717 fueron determinantes para que nuestros fondos nos salpiquen de historias.
Todas ellas -las que conocemos hasta nuestros días- forman parte de un inventario vivo, "en permanente revisión", que puede verse inflado e incluso mermado, explica Carmen García Rivera, directora del Centro de Arqueología Subacuática de Cádiz. Se trata de una base de datos recogida en el Sistema de Información del Patrimonio Histórico de Andalucía, que se antoja "de gran utilidad de cara a la protección del patrimonio arqueológico subacuático", asevera.
En el caso de los hallazgos en las obras del futuro puerto de Cádiz, por ejemplo, ha sido de vital importancia el reconocimiento de las zonas protegidas. "Teníamos información procedente de fuentes documentales y tenemos información real por las distintas campañas arqueológicas subacuáticas que se hicieron previamente. Esto permitió que se protegiese la zona y que se establecieran las cautelas arqueológicas pertinentes antes del inicio de la obra", comenta la directora del CAS.
Y es que estas obras se desarrollan en una de las seis zonas de servidumbre arqueológica declaradas en la provincia de Cádiz, que son lugares donde se presuponen fundadamente que existen restos arqueológicos. Solo en Andalucía existen 42, así como otras 56 zonas arqueológicas, que son espacios donde se sabe que existen tales restos. "Es una figura que protege jurídicamente el patrimonio" y gracias a la cual hoy sigue adelante el proyecto de investigación de estos dos pecios, de los tres lingotes de oro, las monedas y la coraza recientemente localizados en Cádiz.
Ahora la cuestión es conocer estos pecios para determinar qué estrategias seguir de cara a una segunda fase. Una investigación que puede cambiar el rumbo de las obras del futuro puerto. "Las opciones son dejarlos in situ, trasladarlos a otra zona o bien recogerlos, siempre que se garantice su integridad fuera del agua", esgrime Carmen García Rivera, entre las posibles hipótesis.
Lo que sí está claro es que el objetivo es "hacer compatible, en la medida de los posible, el desarrollo de las obras necesarias con la protección del patrimonio arqueológico subacuático".
Una vez realizadas las inmersiones en sendos pecios puede que se confirme si se trata de dos de los 600 naufragios documentados en la Bahía de Cádiz.
Son naufragios cuya información se ha obtenido por fuentes documentales y orales. Todavía se siguen investigando las primeras -en función del presupuesto y la programación- y de las segunda, las orales, todavía se echa en falta una mayor implicación por parte de los sectores vinculados al mar.
"Pueden ser pescadores, clubes marítimos, buzos... personas cuyo contacto con el mar es prácticamente a diario y que pueden percatarse de movimientos extraños o malas prácticas como el expolio". "Si bien -señala García Rivera- no es habitual que vengan".
Muchos de estos profesionales conocen algunos secretos de los fondos gaditanos, aunque también las leyes que los protegen. Saben también que en aguas de La Caleta y Sancti Petri naufragaron muchas embarcaciones. "Se trata de una zona de gran interés en términos clásicos".
Son fondos en los que frecuentemente ha aparecido material con entidad tanto fenicios como púnicos. Precisamente el CAS trabaja ahora en un yacimiento de la Caleta del que se está extrayendo material relevante de esta época.
El resto de fondos de la Bahía presenta gran relevancia en cuanto a yacimientos de época moderna.
En este punto se plantea un gran dilema. ¿En qué momento o a partir de qué siglo deja un pecio de tener interés desde el punto de vista de la protección de patrimonio?. "Según la Unesco -aclara la directora del CAS- desde cien años atrás, pero según la Ley de Patrimonio, siempre que reúna los valores que lo hagan constitutivos del patrimonio histórico de Andalucía". En este apartado se abre un amplio abanico de posibilidades.
Por eso la otra gran pregunta, tal y como está el panorama económico, es: ¿conviene encontrar restos?. Hay que tener en cuenta que el rescate de cualquier elemento de entidad puede suponer una inversión importante. "Siempre conviene localizar elementos de interés", dice contundente García Rivera.
De hecho, es "muy importante descubrir para proteger, aunque sea in situ, porque si quieres proteger algo tienes que conocer". Y en estas anda el CAS desde que en 1997 abrió sus puertas. Conocer para investigar. Investigar para proteger. Y proteger para conservar impecable la historia de nuestros ricos fondos.
http://www.diariodecadiz.es/article/ocio/1205360/naufragios/la/bahia.html